Dibujar es crear imágenes mediante una adecuada representación gráfica. Los primeros dibujos conocidos datan el arte rupestre. Desde entonces, los artistas han utilizado, para dibujar, todo tipo de procedimientos, algunos de los cuales han llegado sin variaciones hasta el arte contemporáneo.
El dibujo es la base fundamental de la pintura, de la escultura, de la arquitectura y, en general, todas las artes plásticas. El dibujo es una obra artística cuando está hecho con perfecto dominio de sus posibilidades expresivas. El aprendizaje es lento, pero fácil. Para seguir el método que se expone a continuación, solamente se requiere tiempo y mucho interés, porque es imprescindible la realización de numerosos ejercicios.

Imagen y forma.

La forma es el conjunto de líneas y superficies que determinan el conjunto de un cuerpo, ya sea plano o tridimensional; es lo que establece la diferencia y el modo de ser de los cuerpos. La forma también explica la organización interna de un objeto, su estructura, midiendo y calificando su espacio interior y exterior. Por lo tanto, es una propiedad cualitativa de los cuerpos y no varía en sí misma. Sin embargo, la forma cambiará su aspecto si se modifica su orientación, iluminación o entorno, en una palabra, su apariencia.
La imagen es la apariencia de la forma. Una forma puede ofrecer muchas apariencias distintas, es decir, muchas imágenes.
En función de sus propiedades materiales, el contorno y la superficie, se puede hacer una clasificación básica de las formas en:

  • Simples: las que expresan los caracteres fundamentales de las figuras geométricas.
  • Compuestas: las formadas por la combinación de varias formas simples.
  • Regulares: las formas que cumplen los principios de simetría.
  • Irregulares: las que carecen de toda simetría.
  • Naturales u orgánicas: las que están inspiradas en la naturaleza.
  • Abstractas: las nacidas de la imaginación, es decir, las que no tienen referencias figurativas.